1. El hábito de fumar: Cero (“0”) es el número de cigarrillos "inofensivos". El consumo de tabaco es la principal causa de enfermedad y mortalidad evitable y prematura en el mundo.
2. La presión arterial elevada: Es un trastorno que habitualmente no da ningún síntoma, por ello es muy importante el control de los valores de presión arterial al menos una vez al año.
3. El colesterol elevado: El valor óptimo depende de cada individuo, y el riesgo es mayor cuando el "malo" o LDL está elevado, y/o cuando el “bueno” o HDL está disminuido. A partir de los 20 años de edad, todos los adultos deberían hacerse un análisis para conocer su nivel de colesterol, al menos una vez cada 5 años.
4. La glucemia (azúcar en sangre) elevada: El valor de glucemia ideal es menor o igual a 100 mg/dL. Cuando se tiene más de 50 años, se es obeso, no se practica ejercicio y existen antecedentes familiares, la posibilidad de desarrollar diabetes se eleva al menos al 15%.
5. El sedentarismo: Es aconsejable realizar al menos 30 minutos de algún tipo de actividad física moderada la mayor cantidad de veces posible durante la semana. La actividad física regular puede ayudar a controlar el peso, y a disminuir: el colesterol, la presión arterial y el riesgo de diabetes.
6. El sobrepeso y la obesidad: Corregir el exceso de peso ayuda a controlar otros factores de riesgo (como la hipertensión) y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares
7. Aumentar las porciones de frutas y verduras y mantener una dieta equilibrada ayuda a mejorar el perfil de riesgo cardiovascular.
8. Estrés: Es importante realizar cambios en los hábitos de vida para lograr una disminución del estrés. La actividad física regular y un adecuado descanso nocturno ayudan a disminuir el grado de estrés.
9. La prevención y el control de los factores de riesgo cardiovascular son poderosas herramientas para reducir las posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares (y sus consecuencias). Sin embargo requieren, para poder generar sus beneficios, ser puestas en práctica de una manera activa, precoz y persistente.
10. Visite a su médico: efectuar un control anual con su médico de cabecera es parte fundamental de una adecuada prevención cardiovascular.