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Novedades

– Elegir la hora correcta. Preferentemente, se debe hacer ejercicio a primeras horas de la mañana. Si esto no es posible, hay que evitar las horas de más sol.
 
– Hidratación. La pérdida de líquidos es siempre un tema a tener en cuenta cuando se practica deporte, pero esta se acentúa si las temperaturas son altas, por lo que se debe beber antes, durante y después del ejercicio, evitando las bebidas carbonatadas.
 
– Descanso adecuado. Tan importante como hacer de forma correcta la actividad física es compensarla con un correcto descanso, tanto respetando las horas precisas de sueño, como evitando el sobreesfuerzo, que siempre es contraproducente.
 
– Si el ejercicio se hace al aire libre, no debemos olvidar la protección solar. Aunque es muy frecuente protegerse del sol con cremas adecuadas, en muchas ocasiones se olvida que salir a correr o jugar un partido de cualquier deporte al aire libre nos puede exponer al sol tanto o más que si estuviéramos tomando al sol tumbados en la arena. Es por ello, que la protección debe ser la correcta en todas las situaciones.
 
– Alimentación. En toda situación, la alimentación tiene que ser adecuada al consumo que realiza nuestro cuerpo en cada momento. Así, no es lo mismo mantener una vida con escasa actividad física que practicar deportes de importante desgaste físico con frecuencia. Por ello, la alimentación, siempre saludable, no debe ser la misma, sino ajustarse al consumo.
 
– El mantenimiento de hábitos poco saludables (tabaco, exceso de alcohol, otras sustancias no saludables,…) perjudican a la hora de hacer deporte y no nos permiten aprovechar de forma completa los beneficios de una vida llena de actividad física sana.
 
– Vestimenta adecuada. Tanto el calzado como la ropa que llevemos durante la realización del deporte debe ser la indicada para ese tipo de actividad, pero también orientada a la temperatura del ambiente en el que vayamos a practicarla.